Walking Epidural

Walking Epidural

Puedo caminar, puedo beber, puedo hacer ejercicios sobre la pelota, ir al lavabo y ¡sin ningún dolor! Me siento con fuerzas para empujar, participar en el parto. Cuando tuve mi anterior hija con la epidural de siempre solo podía apretar las manos y la boca.

En estos términos le explicaba Yasmina a la periodista que la acompañó durante el parto, su experiencia en el curso del parto de su segunda hija en nuestro centro. Lea el artículo completo aquí.

A pesar de que la Walking Epidural data de principios de los 90 en la clínica Charlotte de Londres, es en este siglo cuando en nuestro servicio nos planteamos buscar la excelencia en la analgesia a la gestante durante el parto.

Después de revisar la bibliografía pertinente y convencidos de que era una técnica adecuada, iniciamos nuestros primeros casos hace más de una década, hasta que logramos establecer el protocolo vigente hoy en día.

Según la última encuesta realizada a las gestantes, estas mostraron un alto grado de satisfacción y expresaron su percepción de haber tenido un parto natural.

Paralelamente, la Walking Epidural no ha mostrado ningún efecto adverso añadido a los que pueden presentarse con la epidural clásica, más bien al contrario. En partos con Walking Epidural hay menor incidencia de hipotensión materna durante el trabajo de parto.

Además de lo descrito, la Walking Epidural refuerza sin duda el trabajo en equipo de enfermería, comadronas, anestesiólogos, ginecólogos y la propia gestante, lo que conlleva una atención integral al parto.